Los procesos de acabado de superficies, como el calandrado y la mercerización, se utilizan comúnmente para realzar el brillo de la tela satinada. Así es como cada proceso contribuye a mejorar el brillo y la apariencia general de la tela:
Calandrado:
Descripción del proceso: El calandrado es un proceso de acabado mecánico en el que la tela pasa a través de rodillos calentados bajo presión. Estos rodillos pueden ser lisos o grabados con patrones, según el acabado deseado.
Efecto sobre el brillo: Durante el calandrado, la superficie de la tela sufre compresión y alisado. Este proceso reduce las irregularidades de la superficie y mejora la suavidad y compacidad del tejido. Como resultado, la luz se refleja de manera más uniforme en la superficie, creando una apariencia brillante o semibrillante. El grado de brillo se puede ajustar variando la presión y la temperatura aplicadas durante el calandrado, lo que permite la personalización según el tipo de tejido y los requisitos de uso final. Las telas tratadas con calandrado a menudo exhiben un brillo lujoso que mejora su atractivo visual y su calidad percibida, lo que las hace ideales para aplicaciones donde la estética es primordial, como trajes de noche, cortinas y tapicería de alta gama.
Mercerización:
Descripción del proceso: La mercerización es un tratamiento químico que se aplica principalmente a tejidos a base de celulosa, como el algodón. El tejido se trata con una solución concentrada de hidróxido de sodio (sosa cáustica), seguido de un proceso de neutralización. Este tratamiento hace que las fibras de algodón se hinchen y se enderecen.
Efecto sobre el brillo: la mercerización mejora significativamente el brillo de la tela al alterar la estructura física de las fibras de algodón. El tratamiento aumenta la superficie y la uniformidad de la fibra, mejorando su capacidad para reflejar la luz. Como resultado, las telas de algodón mercerizado exhiben una apariencia más brillante y lustrosa, a menudo en comparación con la seda. Más allá de mejorar el brillo, la mercerización también mejora la resistencia del tejido, la absorción del tinte y la estabilidad dimensional. Las telas tratadas con mercerización son apreciadas por su brillo sedoso y su tacto lujoso, lo que las convierte en opciones populares para prendas de vestir, lino y textiles finos de alta calidad donde tanto el atractivo estético como el rendimiento son importantes.
Estos procesos de acabado de superficies, calandrado y mercerización, desempeñan papeles fundamentales en la transformación tela de raso en un material que no sólo luce lujoso sino que también posee cualidades táctiles mejoradas y atributos de rendimiento adecuados para una variedad de aplicaciones textiles de lujo.